Sostenibilidad
En MAKSU tenemos un compromiso con nuestras clientas y con el medioambiente. Trabajamos con fábricas en las que producimos cantidades limitadas de cada modelo para garantizar su exclusividad y evitar la sobreproducción. Escuchamos a nuestras clientas y apostamos por lo que les gusta de verdad, para adaptar nuestra producción de forma responsable. La sostenibilidad implica encontrar un equilibrio entre la oferta y la demanda, y eso solo se consigue escuchando.
Creemos que la moda debe ser el resultado de un proceso sostenible y respetuoso con el medio ambiente y que el cambio empieza en las marcas. La sostenibilidad está en el centro de todo lo que hacemos, desde nuestra fábrica propia en Turquía hasta nuestra selección de tejidos, técnicas de tintado y materiales de embalaje para nuestros pedidos online y ventas de tienda. Además, somos grandes defensores e impulsores de los procesos manuales y artesanales y de la confección cuidada. El 75% de las prendas de MAKSU se producen en nuestras propias instalaciones, lo que nos permite controlar todo el proceso. También confeccionamos una pequeña parte de la colección, en fábricas asociadas en las que conocemos de primera mano cómo funcionan todos los niveles de la cadena de suministro, lo que nos permite garantizar un impacto ambiental y social positivo.
Además de apostar por la calidad y atemporalidad en nuestros diseños, apostamos por las ediciones limitadas de nuestros modelos: comenzamos fabricando pequeñas cantidades de cada producto y solo producimos más si sabemos que la clienta lo desea, basándonos en datos y comentarios. Esto hace que nuestra producción sea responsable y exclusiva.
Estamos comprometidos a impulsar la industria e invertir en soluciones enfocadas en el futuro, por eso en 2021 hemos creado un departamento en nuestras oficinas centrales, dedicado exclusivamente a la sostenibilidad. Sabemos que las corporaciones tienen el mayor potencial para la acción climática, por lo que nos esforzamos en impulsar el progreso en todos los ámbitos.
Además queremos contabilizar y hacer público nuestro progreso y por ello nos hemos hecho miembros del Higg Index, que nos ayudará a controlar y evaluar todo el proceso a lo largo del ciclo de vida del producto y nos ayudará a mejorar nuestro desempeño ambiental